dimecres, 25 de febrer del 2009


Salgo en pos de las palabras, que se me escapan, escurridizas. Hace días que lo intento, mientras voy en bicicleta, mientras patino, incluso durante las sesiones de WiiFit, pero no hay manera, las palabras se resisten, rebeldes.
Hoy, mientras patinaba despacio, mirando las nubes rojizas, que adoptaban mil y una formas diferentes, he recordado una frase de uno de mis libros preferidos, y he decidido que la utilizaría, que me serviría para explicar lo que pensaba. Dice:
“El alma humana se parece a las nubes. No hay quien la coja fija en la misma postura”.
Y es que yo iba pensando exactamente eso, en que nuestra vida tiene la emoción de un parque de atracciones, unos días arriba, otros abajo, muchas veces sin un motivo aparente. ¿No os pasa? Unos días abrimos los ojos y nos sentimos felices, sin saber porque; otros, no nos sentimos de ninguna manera, y emprendemos las tareas habituales como cada día, la rutina, que es muy sana; y de vez en cuando, -- muy de vez en cuando, tendría que ser – no nos levantaríamos, nos daríamos la vuelta en la cama, nos haríamos una bola y nos quedaríamos ahí.
Espero que tengáis muchos días de los primeros, bastantes de los segundos, y algunos, porque es inevitable, de los últimos, que nos sirven para apreciar más los otros.
Buenos díastardesnoches!

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